Guajibiar: bárbara práctica llanera ya extinguida

“Vergonzoso capítulo histórico cuando los llaneros a los indígenas los clasificaban como seres “irracionales”, por eso decían que matarlos no era pecado”.

El reconocido periodista y escritor Germán Castro Caicedo desde la capital del Meta cubrió el comienzo del sonado juicio por la matanza indígena ocurrida en sabanas araucanas (Foto: El Tiempo)

En recientes días por las redes sociales algunos amigos me recordaron que al final del año anterior se cumplió el 55 aniversario de la denominada Masacre de la Rubiera ocurrida en sitio de la entonces Intendencia de Arauca.

Tan horrendo hecho marcó el quiebre de una práctica común en los llanos colombianos, cuando colonos “blancos” organizaban jornadas para salir a buscar y asesinar indígenas bajo el pretexto de que les hacían daños en las propiedades ganaderas, localizadas en terrenos ancestrales de ellos.

A tales cacerías sus practicantes las denominaron “Guajibiadas”, generalización que incluía no solo a Guajibos sino a integrantes de otros originarios pueblos indígenas de las sabanas orientales, como el caso de los Cuiba masacrados en el hato La Rubiera.

Un poco más de medio siglo ha pasado desde la referida masacre y en la memoria colectiva regional poco queda ya de tan vergonzoso capítulo histórico cuando habitantes de los territorios llanos a los indígenas los clasificaban como seres “irracionales” ubicándolos al nivel de venados o chigüiros, por eso pensaban y decían que matarlos no era pecado.

El caso jurídico por la masacre de la Rubiera tiempo después comenzó en Villavicencio pero por algunas motivaciones fue trasladado a la ciudad de Ibagué en donde les dictaron condenas a los homicidas. Con ese episodio en los llanos colombianos se extinguieron las matanzas comúnmente conocidas como “Guajibiadas”.

En los años del proceso judicial recuerdo que en las emisoras villavicenses mencionaban al abogado Jaime Rafael Pedraza quien si ni estoy mal fue apoderado de los homicidas.

El despliegue periodístico a raíz de la Masacre de la Rubiera para el periódico El Tiempo fue cubierto por Germán Castro Caicedo quien en su momento escribió algunas crónicas como la que está en el sitio https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/matanza-de-la-rubirea-asi-fue-el-asesinato-de-16-indigenas-en-los-llanos-678380.

En años más recientes Daniel Samper Pizano escribió una narrativa sobre las atrocidades cometidas hace 55 años contra los Cuiba indígenas llaneros, texto que puede leerse en https://www.aporrea.org/actualidad/a152550.html

En el libro “Indios, colonos y conflictos” su autor Augusto Gómez bajo el título La masacre de la “Rubiera testimonio de un caso de conflicto interétnico” incluyó anexos tomados del expediente: La Rubiera Juzgado Segundo Superior de Ibagué.

Desde la investigación académica en 1991 el antropólogo Augusto Gómez G. publicó su libro “Indios, Colonos y Conflictos, una historia regional de los Llanos Orientales 1870-1970”, en sus páginas a la Masacre de la Rubiera le dedicó un capítulo con documentación jurídica y gráfica.

A su vez, en la dimensión literaria la llanera escritora Silvia Aponte en 1995 editó su novela Las Guajibiadas. Desde el folclor musical llanero en YouTube encontré el joropo La Masacre de la Rubiera de Nelson Morales cantautor venezolano, al final del canto hay clamor para que haya justicia por dicha barbarie. La canción es:

La literatura regional gracias a la escritora Silvia Aponte tiene la novela Las Guajibiadas, obra inspirada en la bárbara costumbre llanera por muchas décadas normalizada.

Culmino diciendo que más o menos un cuarto de siglo hace cuando en charla informal a una señora le escuché contar que con su marido y vecinos del fundo que tenían en territorios entre Meta y Vichada habían guajibiado.

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