“En la primera semana de febrero del 2022 excelente noticia ambiental para el departamento del Meta y en general para los demás territorios orinoquenses fue el anuncio del reconocimiento gubernamental del Parque Nacional Natural de la Serranía del Manacacías.
Acerca de tan importante buena nueva quiero contar que el proceso de interdisciplinarios estudios técnicos y científicos para que llegara tal reconocimiento tuvo punto de inicio en el año 2013, cuando mediante comunicado de prensa la Cormacarena lo informó.
Con base en dicha información en ese mismo año produje el ensayo ¿El Meta tendrá otro Parque Nacional Natural?”
En medio de las contemporáneas discusiones y rechazos sociales contra la industria petrolera por los negativos impactos ecológicos en la región, no resultaba imaginable que por culpa del acelerado y depredador avance de la locomotora extractiva de los hidrocarburos el departamento del Meta estuviera a punto de alcanzar un reconocimiento ambientalista de carácter nacional.
El título de este documento tiene como soporte la buena noticia compartida en agosto último por la Cormacarena, cuando informó sobre la gestión administrativa que conjuntamente con Parques Naturales Nacionales y empresas operadoras de petróleos cumplen para salirle al paso al alto riesgo de deterioro de un ecosistema del departamento del Meta.
Se trata del análisis para demarcar una amplia zona de protección de serranía, de aproximadamente 569.000 hectáreas, delimitación compartida por los municipios de Puerto López, Puerto Gaitán, San Martín y Mapiripán, territorios en los que se localiza la cuenca Alta del río Manacacías.
Dice el referido boletín de prensa que por tal motivo el Instituto Humboldt adelantará un científico inventario del patrimonio biótico (flora y fauna) en el amplio globo de terreno delimitado.
Por mi parte agrego que dicha región es punto de encuentro de ecosistemas orinoquenses y morada ancestral de algunas comunidades aborígenes. Infortunadamente como otras áreas ambientales del país se sabe que en tiempos recientes también ha sido escenario del conflicto armado.
Debido a que en la vasta región de serranía prosperan infinidad de conjuntos de moriches (Mauritia flexuosa), es posible que el nacimiento de este río en alta proporción ocurra por el desagüe de dichos ecosistemas propios de la Orinoquia colombo venezolana.
Hay que decir que en el período de la Colonia ya se tenía una vaga información de dicho caudal. El Diccionario Histórico Geográfico de la América Meridional, autoría del jesuita Giandoménico Coleti y editado en 1771, así lo describe:
“Manacasia río que desemboca en el Meta por su orilla Norte. En las selvas cercanas habitan muchos bárbaros de la nación de los Guaybas y de los Chiricoas”.
Como similares de la región este cuerpo acuífero deriva su nombre de voces nativas. Según la sabedora Sikuani y etno lingüista Rosalba Jiménez Amaya, el río toma su nombre del vocablo manacaibo con el que su etnia designa a una palma de bajo porte. Ella igual me dijo que con fibras de esta abundante especie hacen esterillas para construir sus casas.
También me contó que en su nativa lengua la partícula sia significa direccionalidad territorial en sentido hacia arriba, de ahí el original nombre de Manacasia que coincide con la palabra del colonial diccionario antes citado.
Cabe aquí acotar que el nombre primigenio del hoy pueblo de Puerto Gaitán era “Majagüillal”, por la abundancia de la madera de “majagüillo” utilizada por los primeros habitantes para construir viviendas.
El mencionado boletín de prensa del 21 de agosto de 2013 de manera textual dice: “Cormacarena trabaja con PNN por la zona del Alto Manacacías, posible Parque Nacional Natural en la Orinoquia”.
En caso de que se aprueben las fases contempladas por el Sistema Nacional de Áreas Protegidas –SINAP- en lo pertinente a la Ruta para la Declaratoria de Nuevas Áreas y Ampliación de Áreas del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, podría el territorio del Meta estar ad portas de tener su sexto santuario biológico, noticia por demás de cifrada importancia ambiental que lo llevaría a convertirse en el departamento colombiano con mayor número de reservas ecológicas de tal categoría.
La geografía física metense en el momento incluye los siguientes cinco Parques Nacionales Naturales: Chingaza, Sumapaz, Picachos, Tinigua y Sierra de la Macarena.
Los cuatro primeros nos unen a la región central del país; a su vez, el último es el único que se localiza totalmente en el departamento del Meta.
De llegarse a oficializar el reconocimiento del PPN en las cabeceras del Manacacías tendrá también la particularidad de estar ubicado totalmente en la jurisdicción del Meta, concretamente en su sector suroccidental.
El estratégico y dilatado sistema de serranía:
Sobre la ondulada porción departamental a la que llamamos tierras de serranía debo decir que es demasiado extensa y que actúa como nacedero y distribuidor acuífero.
Por ello con sus naturales desniveles -de manera directa o indirecta- le aporta abundantes aguas a las grandes cuencas de los ríos Meta y Guaviare, portentosos cuerpos que luego las tributan al trinacional Orinoco, arteria fluvial a la que el universal Julio Verne tituló “Soberbio Orinoco” y el historiador colombiano Rafael Gómez Picón bautizó con el nombre de “río de la Libertad”.
Las anteriores son razones suficientes para que el área delimitada con fines de protección esté incluida en el intergubernamental Convención Ramsar, del que Colombia es firmante a partir de 1971. Este es un colectivo pacto ambiental cuya filosofía es la conservación de humedales de interés internacional. Dicho compromiso nuestro país lo ratificó en 1997 con la Ley 357.
Oportuno es contar que en tiempos contemporáneos en sectores de dicha serranía con tierras de vocación agrícola para sustento humano ubicadas quizá por fuera del área para el estudio del Parque, junto a la destructora economía petrolera se ha introducido el monocultivo de la palma de aceite cuyos impactos ecológicos y sociales posiblemente aún no han sido calculados.
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Gracias Oscar por estos temas interesantes para todos y hacer que identiquemos nuestro territorio
El territorio..para nuestras comunidades indígenas Sikuanis, es llamado yanakua. En esta zona habitan nuestros ancestros..antes de llegar grupos ilegales armados..por lo tanto la agencia naciónal de tierras.no puede ignorar territorios ancestrales que reclamamos ..como justa reparación integral del daño…los indígenas Sikuanis cuidaderemos la morada de nuestros Ancestros