Las piezas habían sido salvadas creo que por Álvaro y Gerardo Jiménez Ruiz hijos de doña Carmen. Ellos tres y el profesor Gustavo Alfonso fueron los primeros vigías de los hallazgos arqueológicos de su pueblo.
Encontraron tiestos en las chambas:
Mi encuentro con rastros del pasado precolombino en la margen izquierda del río Ariari sucedió antes del medio día de una fecha final de julio de 1990. Fue en Puerto Santander pequeño pueblo platanero del municipio de Fuentedeoro, Meta.
Al igual que cada ocho días, con la tarea de promocionar el gusto por la lectura entre la población infantil y juvenil en el Bibliojeep con Guillermo el conductor arribamos y vimos obreros rompiendo con picas la calle principal.
Al llegar a la escuela no encontramos al profesor Gustavo Alfonso, el director. Sus estudiantes nos dijeron que estaba donde doña Carmen porque frente a la casa de ella habían encontrado unos tiestos.
De inmediato fuimos al lugar y con enorme sorpresa aprecié fragmentos de vasijas cerámicas puestas sobre una mesa, que se convirtió en el primer mueble del tesoro precolombino recién sacado del subsuelo por los trabajadores.
Estas piezas habían sido salvadas creo que por Álvaro y Gerardo Jiménez Ruiz hijos de doña Carmen. Así que ellos tres y el profesor resultaron ser los primeros vigías de los hallazgos arqueológicos de su poblado.
Cuando detallé las decoraciones de los pedazos de ollas de inmediato mi memoria retrocedió y ubicó una página de la regional revista Trocha, con artículo de arqueología ilustrado con la imagen en blanco y negro de una vasija con decoraciones lineales, cuyo pie de foto decía que era un cuenco Guayupe.
Con base en dicho referente a los que estaban ahí les dije que las vasijas eran Guayupes. Fui irresponsable pues yo ni era ni soy antropólogo, pero tiempo después algunos expertos arqueólogos conceptuaron que los hallazgos están asociados a la extinta cultura Guayupe.
La grata sorpresa la registré tomando fotos a los pedazos cerámicos, también a la calle de la obra. Ahora esos documentos son la memoria visual dicho acontecimiento.
Nació un museo:
Por lo anterior ese día de hace treinta y un años la casa de doña Carmen Ruiz de Jiménez fue la matriz del comunitario Museo Arqueológico Guayupe hasta ahora el único en su género en toda la región orinoquense, donde además de piezas cerámicas funerarias también se guarda, conserva y exhibe material lítico–herramientas de piedra-..
Debido a que todas las calles del pueblo fueron intervenidas para el alcantarillado vasijas de diferentes tamaños, formas y decoraciones siguieron apareciendo de manera accidental. A la par niños de la escuela al profesor buscaron para avisarle que fuera a rescatarlas.
Los primeros auxilios para restaurar las fracturadas ollas estuvieron a cargo de doña Carmen y Gustavo. Utilizaron un pedazo de cobija y pegantes instantáneos comprados por ellos. A su manera lo hicieron y mucho sirvió tan empírico procedimiento. Por acuerdo de los dos muy pronto la segunda sede de la arqueológica colección fue un aula de la escuela en donde estuvo por varios años.
Hay que decir que desde los primeros momentos de los hallazgos algunos habitantes de Puerto Santander dijeron que no dejarían sacar las piezas arqueológicas porque organizarían un museo y pensaron que el lote para ese centro comunitario cultural sería el sitio actual del museo. Si mal no recuerdo ahí era la Inspección de Policía.
Llegan profesionales de antropología:
Por auspicio de la Cámara de Comercio de Villavicencio y con la autorización del ICAN en Puerto Santander se miró la presencia de dos antropólogas con la misión de realizar labores de arqueología de rescate. Primero fue Elizabeth López C. y como al año llegó Ninfa Isabel Quintero C. Durante sus estadías vivieron en la casa de doña Carmen quien con generosidad las acogió, decía que eran como dos hijas más.
La noticia arqueológica hizo que el poblado recibiera visitas de otros antropólogos, entre ellos la villavicense Nancy Espinel R. y desde Bogotá Santiago Mora quien con su colega Inés Cavelier ya habían realizado profesionales trabajos de campo en otros sectores del Ariari, con excavaciones y encuentros de material cerámico asociado a la cultura Guayupe. Estuvo también Óscar Gonzalo Londoño.
Exposición en Villavicencio:
En el año 1992 además del quinto centenario de la llegada de Colón a nuestro continente fue el 30 aniversario de la Cámara de Comercio de Villavicencio, por eso a Luis Francisco Rojas F., su director ejecutivo, en mi calidad de coordinador cultural de la entidad le propuse realizar una exposición fotográfica sobre los hallazgos arqueológicos de Puerto Santander, también pedirle permiso a los líderes de ese centro poblado para que en calidad de préstamo algunas de las vasijas cerámicas pudieran ser trasladadas a Villavicencio con el fin de exhibirlas al público.
Las dos ideas fueron aprobadas. Como contraprestación la Cámara de Comercio hizo el compromiso de proteger las vasijas, entregar al museo comunitario un buen número de postales con las fotografías de dos de las vasijas de la colección, así como dos urnas acrílicas.
Antes, cuando Elizabeth López estuvo en Puerto Santander, la misma entidad por gestión de Nancy Espinel había dispuesto pagar el valor en dólares del análisis de Carbono 14 y así conocer los años aproximados de los hallazgos, pero por alguna característica de las muestras óseas llevadas al laboratorio de Estados Unidos no fue posible establecer la datación. De esta diligencia fueron mediadores Inés Cavelier en Bogotá y Santiago Mora en USA.
En el mes de mayo de 1992 dentro del programa del aniversario de la entidad del gremio del comercio en la villavicense Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán se inauguró la exposición fotográfica Rastros Guayupes y la exhibición de algunas de las piezas cerámicas.
Esta muestra del patrimonio arqueológico metense coincidió con el V centenario del inicio de la Conquista, período durante el cual al parecer sucedió la extinción de la gran nación Guayupe. Los retablos de dicha colección llevan varios años colgados en el museo. La mayoría de las fotos fueron tomadas por Guillermo Herrera M. y la cartografía la hizo Jairo Ruiz Ch.
Puerto Santander destino turístico cultural:
El Museo Arqueológico Guayupe hace tiempos que se convirtió en atractivo turístico por tanto ha recibido muchos visitantes. Entre los públicos que más han ido están estudiantes de primaria, bachillerato y universitarios.
Así lo muestran los registros que lleva Óscar Ortiz A., Vigía y custodio del recinto de memoria. Digo que quizá en 1990 él fue uno de los estudiantes que al profesor Gustavo le anunciaban hallazgos de tiestos en las chambas que abrían los obreros en su pueblo.
En las últimas semanas de julio del corriente año he visto por las redes sociales la oportuna campaña de difusión de la riqueza de arqueología que allí reposa. La masiva estrategia pedagógica está a cargo del Instituto de Cultura del Meta.
Con base en la reciente buena noticia del Instituto de Turismo departamental sobre su plan para el municipio de Puerto Lleras que le dará impulso a la dimensión turística de ese territorio, le sugiero articular acciones con su similar de Cultura con el fin de promocionar el museo de la memoria prehispánica de Puerto Santander, localizado antes de dicha municipalidad.
Ruta turística Ariari Guayupe:
En el pasado mes de enero propuse crear la Ruta Ariari Guayupe que en su primera fase integra a Fuentedeoro con Puerto Lleras y que luego avanzará hasta Puerto Rico y Puerto Concordia, municipios que igualmente tienen riquezas ambientales y culturales que deben ser visibilizadas.
Ese artículo fue publicado por el periódico Llanoalmundo.com su enlace es el siguiente:
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Buenas tardes Señor Pabón, muchas gracias por siempre estar pendiente de nuestro pueblo amado Puerto Santander. Dios lo bendiga, Mi familia fue gran artífice de este gran acontecimiento.