“Ya casi no hay maraqueros de los antiguos, inclusive yo mismo era de ellos pero me aparté para el sistema de la maracas palocruzado, el palo va hasta arriba y son desarmables” Albeiro Rueda Ch.
A continuación comparto el siguiente sencillo análisis personal sobre la etnobotánica en el folclor musical llanero. Tiene que ver con el instrumento que considero es el más universal y que sin dudas fue aportado por los originarios habitantes de cada nación.
Para el caso de los llanos colombo venezolanos en la híbrida organología del Joropo las Maracas con el Cuatro son instrumentos acompañantes del Arpa y de la Bandola.
Por observación digo que entre todos en su fabricación la maraca es la más botánica porque sus componentes o materias primas originales son aportados por la flora de cada región: taparo, semillas y el palo o mástil.
Recuerdo que alguna vez le escuché decir a alguien que en el par de maracas había una hembra y otra macho, y que la diferencia estaba en el número de semillas que cada una tenía, creo que dijo que esa numeración par e impar es la que modificaba los respectivos sonidos.
Hasta donde conozco son dos las clases de maracas que existen en la organología del Joropo: la corriente y la “palocruzado”.
El reconocido fabricante de instrumentos llaneros Albeiro Rueda Chaparro, maniceño y quien hace años tiene su taller en sector villavicense, muy amablemente me colaboró para esta nota.
Me dijo que “para el mango de las maracas utiliza madera de Cedro o de Machaco, lo mismo que prefiere el totumo antes que el calabazo”.
Le comenté que a las antiguas maracas yo les miraba que lo único no botánico que tenían era el barniz de laca que les aplicaban. Contó que
“En la actualidad hay cierta preferencia, es decir por las pintadas con variedad de colores. Hoy día por diferentes motivos técnicos y de moda a las maracas en su fabricación se le han introducido modificaciones en su estructura material y en su presentación.
Hay demanda por esta clase de macacas porque los profesores están enseñando con la técnica propia de dicha variedad de instrumento”. Agrega que:
“Ya casi no hay maraqueros de los antiguos, inclusive yo mismo era de ellos pero me aparté para el sistema de la maracas palocruzado que el palo va hasta arriba y son desarmables. Solamente llevan algunos empaques pequeños de caucho y los otros tapitas metálicas, de resto unos pines.
Las semillas que llevan por dentro son: capachos, espuma de sapo -espumaesapo- y algunas chaquiras. Según el gusto del maraquero se le mezclan estas piezas para variar el sonido.
En su fabricación se utiliza taparo o totumo. Algunas se hacen con coco pero son muy pesadas, de ahí que el taparo es más utilizado porque da más fluidez a los movimientos.
La técnica para su interpretación es tocar hacia la punta, todos los movimientos deben realizarse así para que las pepas no lleguen a la mitad de los palos porque se riegan y suenan feo. Por lo anterior son preferidas para grabaciones y para presentaciones en tarimas, pues definen bien el sonido porque el palo ayuda para que las semillas lleguen a un solo lugar”.
Por último el Maestro Rueda dice que “esta clase de maraca es muy antigua y que al ejecutarlas su técnica difiere del de las corrientes”.
Las fotografías de maracas palo cruzao que complementan esta nota me las facilitó el reconocido lutier Albeiro Rueda, fueron fabricadas en su factoría.
Internacional galardón para Palo Cruzao :
El nombre de la variedad de maracas motivo de este artículo fue tomado para bautizar una colombiana agrupación musical del folclor del Joropo que en 2016 resultó ganadora del premio Grammy Latino categoría Álbum Folclórico con el trabajo “En armonías colombianas”, se trata del reconocido conjunto artístico Palo Cruzao.
Cierro este ensayo sobre el para mí más botánico instrumento tradicional de los sones del Joropo con la siguiente copla recogida por el Maestro Miguel Ángel Martín S. en su libro Del Folclor Llanero:
“Oficio de maraquero
oficio pa´ condenao
que los músicos se sientan
y el maraquero parado”
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Maese Oscar, magnífica su Botánica aproximación a tan sonoro artefacto.
Arte de hecho que de pie el maraquero en copla de Martín conlleva,
ni al cuatro ni bandola, incluso al arpa a ninguno abandona.
Gracias Maese, se le agradece