Fiesta con galerones en el Villavicencio de hace siglo y medio

“El galerón siempre se baila entre cuatro, seis u ocho parejas a son de música i canto, i los versos a que todo el mundo presta grande atención, agudos, graciosos, hirientes o de doble sentido, son recibidos con ruidosas carcajadas”.

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Hacia 1874 en el caserío villavicense cultores locales interpretaban y bailan galerones.  La panorámica es un grabado del francés Riou, año 1879. Su título “Villavicencio y los Llanos”.

En la tarde del viernes 24 de agosto de 2018 en el auditorio de la Universidad Santo Tomás de Aquino de Villavicencio surgió el colectivo público privado #SomosdelMeta #SomosLlaneros

Entre las tareas sus integrantes diseñaron la agenda anual de la llaneridad con temas específicos para festejar el último viernes de cada mes, tal como lo contempla un acuerdo municipal. Los compromisos se han venido cumpliendo no solo en la capital del departamento. 

Así, dicho cronograma indica que en el mes de febrero -cuando redacto esta nota- se debe enaltecer a “Juglares y Cultores del folclor llanero, reconociendo su legado”.

Centenarios cultores del Joropo:

A menudo se escucha decir que la presencia del joropo en el asentamiento humano de Villavicencio no es de vieja data y que por tanto las raíces locales de dicho bien cultural son superficiales.

Con base en lo anterior quiero comentar que luego de muchos años volví a tener acceso a un vetusto documento que en algunas de sus páginas contradice esa hipótesis folclórica. A tal impreso primero lo consulté en la Biblioteca Nacional y en época más cercana pude volverlo a leer en versión microfilmada.

La descripción de una fiesta en el pueblo chico de Villavicencio está contenida en el libro “Correría al Territorio de San Martín” escrito por Nicolás Pardo y publicado en 1875 en Bogotá. Un fragmento de esa narración lo incluí en mi trabajo “El joropo en Villavicencio: momentos y pioneros”, 2009.

Al autor del pequeño libro durante su permanencia en el caserío le fue ofrecida una recepción en la noche del lunes 7 diciembre de 1874, víspera la Inmaculada Concepción. 

En el capítulo IX de su publicación el homenajeado la relató textualmente así: 

“…i el señor Constantine deseoso de que conociese yo algo del canto, de la música i del baile del Llano, en un momento preparó la sala con tal objeto.

Se principió por el galerón, el más popular de los bailes llaneros tocado al son de tiple, bandolón i maracas, i cantado en versos compuestos por los vates populares de estas inmensas llanuras.

Los hombres bailaban sin sombrero i mangas de camisa, i las mujeres vestidas de camisones lisos i sin adornos, i ataviadas si de buenos zarcillos, anillos i prendedores de oro.

El galerón siempre se baila entre cuatro, seis u ocho parejas a son de música i canto, i los versos a que todo el mundo presta grande atención, agudos, graciosos, hirientes o de doble sentido, son recibidos con ruidosas carcajadas i con miradas expresivas entre los que se creen comprendidos en la maligna alusión del cantor o del vate.

Para que se tenga una idea de la poesía llanera, copiamos a continuación los siguientes, que fueron cantados por el señor Ricardo Rojas en el baile o tertulia que describimos en la casa del señor Constantine:

Voi a publicar un bando

escrito por el gobierno,

para ver si de ese modo

algún alivio tenemos.

Las mujeres nos acaban,

de cuenta que las queremos,

todos los días sacan modas

en sus camisones nuevos.

De alforzas i farolados,

de atorzalados i vuelos,

i los jéneros tan caros,

i tan escaso el dinero.

Además del galerón se baila también en el Llano Chipola, Palito, Granada i otras danzas aunque menos conocidas”.

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Homenaje al sanmartinero José Abel Carrillo T., con motivo del Día de la Llaneridad “Juglares y Cultores”. Técnica vinilo sobre totumo. Obra de Arte Popular elaborada por Margarita Torres J.  

Gracias a la narración -rica en detalles- registrada en 1874 podemos conocer y asegurar que el Galerón con sus componentes canto, letra, música y baile en alguna medida formaba parte de la cultura villavicense hace justo siglo y medio. 

Además, si tomamos el año oficial de la fundación de Villavicencio -es decir 1840- y lo confrontamos con 1874 cuando el viajero Nicolás Pardo por aquí anduvo, entonces igual es posible aseverar que a solo treinta y cuatro años del surgimiento pueblerino ya en la cotidiana vida local estaba presente lo que hoy llamamos Joropo.  

A propósito de los instrumentos ejecutados en la fiesta villavicense, es decir: tiple, bandolón i maracas, hace poco el folclorólogo araucano Rafael Santiago Padilla C., en su muro del Facebook publicó una añeja fotografía tomada de medio impreso cuyo texto dice: 

“He aquí genuinos representantes de la música popular de Venezuela: Los Torrealberos nativos del Cajón del Apure. Pura fibra llanera”. 

Lo llamativo de la imagen es que a los músicos, incluido el Maestro Juan Vicente Torrealba,  se les mira con guitarra, maracas y cuatro, es decir que el arpa no está entre sus instrumentos.   

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Primero ponencia en el X Simposio de Historia de los Llanos Colombo Venezolanos, Barinas -Venezuela- julio de 2008. Después trabajo editorial publicado en octubre de 2009. 

Con base en los sustentos históricos de 1874 antes citados, el pueblerino Villavicencio asentado sobre la bisagra articuladora de piedemonte y llano, gracias a cultores y juglares hace más de siglo y medio ya era escenario de galerones.

5 respuestas a “Fiesta con galerones en el Villavicencio de hace siglo y medio”

  1. Sofia serrano dice:

    Excelente crónica Oscar!! Muchas gracias! Como siempre muy importantes sus aportes a la cultura e historia llanera!!!

  2. Óscar Gamboa Carrera dice:

    Buenas tardes, amigo Óscar Pabón, soy de Villavicencio, residenciado en Bello, Antioquia..Me llaman el embajador de nuestra música Llanera Colombo Venezolana, debido a mis publicaciones, comentarios sobre nuestra música Llanera. Excelente reportaje, quiero aportar con algo de historia, el que le enseño a ejecutar el Arpa, a Juan V. Torrealba, fué el hijo natural, de Cupertino Ríos Viñas, el arpista, para mí el más importante, por el legado que nos dejó. Pues por simple inspección, en 1903, después de morir su madre, se vino para Colombia a Todo Santos, hoy la Mesa de los Santos, en Santander, con su pareja Colombiana y regresó a Venezuela después de 19 años y separarse, lo habían dado por muerto, porqué nunca se reportó hasta, que apareció según la historia, con un despecho por su separación y con un Arpa a cuestas. Eso fué en 1922 con 44 años de edad. Me imagino que en Colombia fué donde compuso la mayoría temas y golpes Llaneros y murió en 1945 de 67 años. Es muy imaginarnos que el Arpa, de sus inicios, sería clásica de cuarenta y pico de cuerdas, ya que si Juan Vicente Torrealba, aprendió con el hijo de Cupertino fué para esos tiempos y con arpas similares. Ya que el que modificó y ajustó el Arpa, fabricándola en su fundo bancolargo fué el mismo Juan Vicente Torrealba, que es la misma que utilizamos hasta nuestros días. Bendiciones y abrazos para todos.

  3. Oscar Pabón dice:

    Sofía: gracias por su amable lectura y opinión.

    Saludo cordial.

  4. Oscar Pabón dice:

    Óscar, antes que nada lo felicito y le agradezco su trabajo periodístico difundiendo en territorios antioqueños el folclor llanero.

    Muy interesantes son los apuntes que usted aporta acerca la persona que ayudó en la formación artística del Maestro Juan Vicente Torrealba. Inédita y muy importante es esa información.

    Gracias mil por su lectura y aportes a mi crónica.

    Saludos desde nuestra común Patria Chica.

  5. Soraya Yunda Romero dice:

    Excelentísimo Oscar muchas gracias.
    Importante investigacion para fortalecer los origenes de nuestro folclor. Exquidita descripcion de nuestro desaparecido Galerón, con versos y trajes. Creo que el último vestigio del baile del Galerón reposa en el jocoso baile del Araguato, el cual se baila a ritmo de Galerón pero sin versos. Fue en el 90 que ví a don Miguel Mattus y su esposa, en Arauca, bailando magistralmemte el Araguato en la caballeriza de su casa.

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